David Danzeiser tiene un blog de viajes, por lo que está claro qué es lo que más hace en el año: viajar por el mundo. En enero del año pasado, tras una larga conversación con su agente de viajes, David tenía en sus manos pasajes equivalentes a 72.000 kilómetros, para recorrer 23 países durante 12 meses. En su viaje pasó por Noruega, Australia, China y Sudamérica, entre otros. Realizó numerosas caminatas, tomó fotos, asistió a restaurantes y fiestas, probó distintas comidas y pasó por una gran variedad de climas, y todo lo hizo con nada más que una mochila de 10 kg en su espalda que llevaba todo su equipaje. Te preguntarás cómo pudo haber llevado tan pocas cosas, ya que es impensable empacar para un año en una mochila, por eso hoy nos cuenta cómo lo hizo.
“La decisión de viajar con equipaje liviano resultó ser una de las mejores decisiones que he hecho, y el consejo número uno que le doy a cualquiera que se prepara para viajar es empacar menos”
-David en Art of Manliness–
La ropa
Para la ropa de todos los días, David empacó: 2 camisetas, 2 pares de calcetines, 3 prendas de ropa interior, un par de pantalones, shorts deportivos, un gorro para el sol, un par de zapatos para caminar y un par de sandalias para el agua.
Para climas fríos: camiseta térmica de manga larga, una chaqueta normal, una chaqueta de lluvia, guantes, ropa interior térmica larga, un gorro y una bufanda. Eligió ropa más o menos delgada y compacta, para poder usarla en forma de capas.
Artículos electrónicos
Al igual que con la ropa, fue necesario llevar artículos electrónicos compactos y no tan grandes. David llevó su computador portátil con el cargador, una cámara Sony NEX-5 con su cargador, una cámara Kodak deportiva a prueba de agua, un Kindle de Amazon, una linterna de bolsillo, un adaptador universal, cables USB pequeños, un disco duro de 1.5 TB, un pendrive de 8 GB y su iPhone.
Equipaje útil
Además, empacó: una botella de agua con aislación, un tendedero de viajes para la ropa, una mascarilla para dormir, un saco de dormir, un trípode, lentes de sol, un lápiz, una toalla, un cuaderno y sus artículos de aseo.
Los beneficios del equipaje liviano
Te permite hacer planes sobre la marcha, ahorrar unos pocos dólares y simplificar los trámites en aeropuertos.
“Disfruto planear tanto como cualquiera, pero cuando viajas a largo plazo, se puede volver muy agotador, y a veces planificar no es posible por la mala o inexistente conexión a internet. Con una mochila pequeña tienes movilidad y flexibilidad, lo que te permite improvisar. Algunas de mis aventuras e historias favoritas fueron improvisadas y pasaron de manera espontánea debido a que no estaba amarrado a grandes cantidades de equipaje.”
-David en Art of Manliness–
En una ocasión, por ejemplo, pudo arrendar un casillero de una estación de trenes en que cabía su mochila, lo que le permitió recorrer la ciudad a pie durante el día.
Y para no llamar la atención
David además nos da algunos consejos de seguridad, ya que al ser un turista y estar constantemente en movimiento aumenta la probabilidad de que puedan robar tus artículos de valor.
“Me aseguré de elegir colores neutros para la ropa, café, negros y grises, para destacarme lo mínimo posible y no ser catalogado como alguien con objetos de valor. En vez de guardar direcciones y notas en mi celular, las anotaba a mano en mi diario en caso de que estuviera en una zona no tan segura en la que no quisiera sacar mi iPhone. Cuando salía a sacar fotos llevaba mi cámara en una bolsa oscura de compras en vez de un estuche para cámaras al cuello.”
-David en Art of Manliness–
Puedes ver la lista completa y detallada de todo lo que incluyó en su equipaje en su sitio The Quest for Awesome
En su blog escribe sobre muchos datos útiles para viajes, como por ejemplo datos para pasajes aéreos a un precio muy bajo gracias a una técnica que explica detalladamente.
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