Jennifer Hand es una exitosa mujer que hoy en día se dedica a ayudar a miles de personas alrededor del mundo a dejar atrás las dietas, liberarse de sus antojos y llevar un estilo de vida saludable sin contar calorías. Sin embargo, hace algunos años atrás ella era misma la que sufría de este problema.
Hand siempre se vio enfrentada al mismo dilema que muchos tenemos: el deseo de querer conseguir resultados, pero de querer conseguirlos rápido y sin mucho esfuerzo. Es por eso que no es sorprendente que, como tantas otras mujeres, haya comenzado a probar las dietas a los 16 años. Sin embargo, para ella fue un período un poco oscuro, que si bien no se tradujo en desórdenes alimenticios, sí le hizo perder el foco de lo que era realmente importante.
Hand probó en el espacio de 11 años más de 116 dietas en total. Cada una de ellas prometía ser la cura a todos sus problemas y hacerla perder peso rápidamente.
Jennifer creía que un plan de alimentación nuevo era todo lo que necesitaba para lograr sus metas más preciadas: perder peso, ocupar ropa más pequeña y lograr amar su cuerpo para siempre. Pero ninguna dieta lograba darle el resultado esperado y todas eran muy difíciles de seguir. La última dieta que probó, a la edad de 27 años, duró sólo dos días y fue allí cuando comprendió lo que no funcionaba y lo que debía cambiar:
1. Dejar de pensar que ‘empezarás la dieta el lunes’
2. Nunca más pasar un día sin comer para ‘guardar las calorías para un evento/fiesta/reunión’
Lo que Jennifer explica aquí tiene mucho que ver con el sentido común y con la forma con la que funciona nuestro cuerpo:
“Cuando comes muy poco durante el día para guardar tus calorías para una boda, el happy hour o una cena con tus amigos… lo único que haces es prepararte para fracasar. Pensar así es una ilusión. Creemos que comeremos menos calorías si no comemos durante el día e ingerimos la mayor parte de comida durante la noche. La verdad es que cuando llegas al evento estás muerta de hambre y quieres comértelo todo porque te baja el azúcar de la sangre y tu cuerpo necesita energía”.
3. Dejar de tener días en los que puedes comer lo que sea
Es muy conocido que varios estilos de dietas plantean comer lo que quieras en una ocasión durante la semana. Claramente, esto no significa comer lo que quieras durante sólo un día, sino que limitarlo a una sola comida. Para Jennifer, eso sí, esto era complicado así que prefirió eliminarlo para conseguir mejores resultados:
“Esto crea una relación poco saludable con la comida y perpetua el mito de que hay comidas ‘buenas’ y comidas ‘malas’. Lo peor es que cuando comes de más es mucho más difícil volver atrás a tu perfecto plan de alimentación”.
Entonces, ¿qué fue lo que le resultó?
Escuchar a su cuerpo. Puede que estés preguntándote cómo puede ser posible que alguien plantee esto como una dieta que realmente da resultados, pero es real. Al escuchar tu cuerpo, intentar comer lo más saludable posible y dejar de ver la comida como sólo ‘calorías’ para comenzar a ver los alimentos como combustible para vivir tu vida, todo cambia.
El último consejo que Jennifer da:
“Intenta comer lo más saludable posible en cada comida, y si no lo logras, no te preocupes, comienza desde cero en la siguiente comida”.
¿Qué te parece su visión de las dietas? ¡Cuéntanos!
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