Los describen de muchas formas. Algunos les dicen “ojos locos”. Otros prefieren llamarlos “ojos desorbitados” y los más normales prefieren utilizar el común término “bizcos”. Pero en realidad, en medicina, esa extraña condición de los ojos que apuntan en distintas direcciones se llama estrabismo. La condición no sólo se da en humanos, también afecta a muchísimos animales, incluidos los gatos.
Hay múltiples causas, pero una de las más comunes es la genética, especialmente en razas como los persas e himalayas.
El estrabismo puede resultar en uno o dos ojos (hacia adentro o hacia afuera) y se da también por una anormalidad en los músculos que están detrás de los ojos.
Si tienes un gato con estrabismo, los veterinarios recomiendan que sea examinado para determinar causas y tratarlo.
Christy Michael, veterinaria del Hospital Animal de Emergencias DoveLewis, asegura que en caso de que sea hereditario, los tratamientos pueden ser omitidos. Pero no hay que descartar otras posibilidades más complejas.
Aunque es bastante inusual, en algunos gatos podría estar ligado a otras condiciones como la leucemia, la meningitis o la hidrocefalia (agua en el cerebro).
Y en algunas ocasiones, la condición también podría tener un vínculo con algo llamado “agnesia del párpado”.
La “agnesia del párpado” es cuando el párpado no se formó como debía y por esta razón el ojo permanece abierto todo el tiempo; es peligroso y por obvias razones, muy incómodo. Lo bueno es que actualmente, los oftalmólogos han encontrado la forma de reparar los párpados de gatos con esta condición.
Pero existe también el lado amable del estrabismo en gatos.
Si NO hay enfermedades complejas ligadas a la condición, es extraordinaria la idea de tener un gato con ojos únicos y sin duda divertidos. De hecho, algunas personas han querido convertir sus “comunes gatos” en gatos con estrabismo. Como este personaje, que le dio a su gato (quien perdió su ojo en una pelea) este parche para ojo:
Bizcos o no, hay que amarlos, cuidarlos y respetarlos.
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