Crecer con hermanos suele ser divertido mientras compartes y juegas a diario con ellos. Sin embargo, mientras creces con tu hermano no puedes evitar esas peleas absurdas que tendrás hasta por lo más mínimo, pues, digámoslo, hermanos que no pelean no son hermanos de verdad. Sobre todo si nunca le dijiste que era adoptado o que lo encontraron por ahí.
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