Benny, un perro de 2 ó 3 años, mezcla de Boxer y Pit Bull, fue encontrado vagando por las calles de Paterson, en Nueva Jersey, Estados Unidos, en condiciones lamentables y por culpa de su antiguo dueño. El animal había pasado toda su vida amarrado, estrangulándose con un collar de acero que se ajustaba a su cuello mientras crecía, y que bueno, le estaba generando muchísimo sufrimiento.
La escena era realmente horrible. Su cuello estaba lleno de sangre y en carne viva. La piel estaba creciendo a través del collar, y como si fuera poco, la cadena arrastraba haciendo un ruido que generaba aún más tensión mientras avanzaba.
La persona que lo encontró, lo llevó al Franklin Lakes Animal Hospital. En el lugar descubrieron que tenía anemia y que estaba lleno de parásitos. Probablemente hubiese muerto en los próximos meses. Sin embargo, sus ganas de vivir fueron más grandes. pronto los veterinarios descubrieron que había mordido la cadena hasta cortarla, y escapar de su prisión.
“La cadena estaba rota y colgando, pero lo que llevaba alrededor de su cuello tuvimos que cortarlo”.
– dijo Kathy DeBlock, del hospital de animales –
Tras ese simple acontecimiento, la vida de Benny cambió por completo. El perrito comenzó a recuperarse, y sólo quiere que le entreguen amor.
Por el momento está durmiendo en una jaula que ubicaron en el hospital, pero la intensión de todos los que trabajan en el lugar, es el encontrarle pronto un nuevo hogar y familia, que lo cuide y le entregue todo el cariño que se merece.
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